miércoles, 21 de septiembre de 2011

Capítulo 3 parte 1






                                                 6 de noviembre [03:37]


Esa noche, después de varios meses sin soñar con ello, Lena, sin saber por qué, tuvo la misma pesadilla con la que había despertado agitada días después de su marcha del nórdico.
Nerviosa, temblando y con el corazón latiéndole a mil, abrió los ojos de par en par mientras ahogaba un grito. Se incorporó y se llevó las manos al colgante de plata con la imagen de la virgen de la Macarena a la que acudía siempre que lo necesitaba. Miró a su alrededor, en la oscuridad, respiró hondo unas cuantas veces y después de calmarse se tumbó cayendo de nuevo en brazos de Morfeo.





                                                 6 de noviembre [07:45]

Lena se despertó y se levantó sin gana alguna. Le dolía todo el cuerpo y sentía una pesadez extremadamente pesada (viva la redundancia).
Mientras se estiraba recordó la conversación de la noche anterior. Sintió un escalofrío. Sinceramente, la muerte no era uno de sus temas preferidos a tratar.

Cogió con ambas manos el cuenco blanco de agua caliente que su madre le llevaba todas las mañanas para que se lavase la cara. Como cuando vivía en la península Escandinava. Sonrió para sí. ¿Cómo estarían sus amigos de allí? Hacía tiempo que no hablaba con ellos. Se había ido tan rápido que no le había dado tiempo a despedirse de la mitad.

     Ni siquiera me despedí de Eirik… — Se lamentó.

Abrió el cajón de la mesita de noche que se encontraba en el lado derecho de la cama y sacó unas cuantas cartas, gastadas por cada una de las líneas por donde estaba doblada, de tanto leerlas.
Todos sus amigos, Jocelin, Annette, Pål, Vera... le habían escrito a su nueva dirección y mantenía el contacto con ellos sobre todo por Facebook, pero hacía tiempo que no sabía nada de Eirik, su mejor amigo desde los cuatro años.

Miró el reloj y vio que era hora de dejar la melancolía a un lado para prepararse para un día de colegio. Dejó las cartas de nuevo en el cajón.

No le había dado tiempo a terminar de vestirse cuando su madre llamó a la puerta.

     Cielo, hija, tus amigos han venido a buscarte. — Dijo a través de la madera.

Lena dio un respingo y se tiró de los calcetines color aguamarina a la vez que, con el pie contrario, daba unos toquecitos en el suelo para colocarse los zapatos —esta vez, unos de su talla— correctamente.

— Diles que ya voy. — Gritó desde su habitación.

Cogió la mochila, se la colgó en la espalda y salió corriendo hacia la entrada. Cuando llegó, en la puerta se encontraban toda su pandilla. Sonrió de oreja a oreja. Es verdad que se conocían de tres días pero aunque se trataban como si fueran amigos de toda la vida y prácticamente hablaban de todo, ésa fue la primera vez que se sintió completamente integrada, como en casa. La melancolía e inseguridad que momentos antes había sentido se esfumó por completo.

— ¡Mamá, nos vamos! — Exclamó alegremente mientras cerraba la puerta sin esperar respuesta.

     Buenos días, Lena.
Un escalofrío recorrió su espalda.



jueves, 15 de septiembre de 2011

Capítulo 2 parte 5



                                                       5 de noviembre [21:19]

Habían pasado toda la tarde charlando de cosas triviales, conociéndose mejor, riendo y visitando la ciudad y en esos momentos, cuando el sol se había puesto hacía ya mucho tiempo, Lena estaba siendo guiada por las calles de Berlín por sus nuevos amigos.

—Ven, síguenos. Seguro que nos lo pasamos genial, ya verás. — Tiffany sonrió.

Ella y Marcus cruzaron una mirada cómplice.

— Oh, venga, ¡decídselo ya! — Exclamó Eva con desgana. — Me estáis poniendo de los nervios con tanto secretismo sobre todo sabiendo que no es para tanto.

— Anda, no seas así Evita. — Dijo Taylor pasando su brazo por encima de los hombros de Eva. Ésta soltó una risita, cosa que sorprendió mucho a Lena que no esperaba que Eva pudiera sonreír alguna vez. Tal vez no fuera tan desagradable estar con ella como había pensado en un principio. — Hay que ponerle misterio a la vida para que sea más divertida. Pero de todas maneras, sí, mejor decírselo ya, chicos.

— ¿El qué? — Lena recorrió con la mirada a todos y cada uno de los presentes esperando con ganas aquello que tanto se hacía esperar.

     Te vamos a llevar a nuestro lugar.

— Oh, vaya. ¿No podríamos ir mañana? Me han hablado de un lugar genial y yo ya me había hecho la idea a ir. — Melissa puso morritos e hinchó los mofletes demostrando su disconformidad.

— No, no. — Negó Tiffany con la cabeza.

— Verás Lena, resulta que hace unas semanas nos dejó tirados una muy amiga nuestra. ¡Como lo oyes! No nos lo podíamos creer. Daniela… — Dijo con recelo.

— La muy puta. — Soltó con ganas Melissa.

— Al parecer tenía algo mejor que hacer. — Escupió Marcus.

— ¿En serio? ¿Y eso por qué? — Preguntó Lena.
  
     ¡Eso mismo nos preguntábamos nosotros! — Exclamó Eva sorprendida por la similitud de pensamiento que había entre ellas.

— Entonces ¿Qué fue? ¿Por qué os dejó?

— Consideró que para ella “aquello” era mejor que nosotros.

— ¿Aquello?

Hubo un breve silencio demasiado incómodo. Podía palparse la tensión. Pero cuando Lena creía que ya nadie le contestaría, uno de ellos rompió la quietud.
                                                    
— Tss… — Murmuró Tiffany con asco. — Al parecer tenía que morirse.

— Tíos, ya vale. — Taylor, que no le gustaba hablar de ese tema, cortó rápidamente la conversación.

Lena perdió su sonrisa y se quedó algo desconcertada. ¿Acababa de escuchar lo que creía que acababa de escuchar? ¿Era posible que esos “amiguísimos”, como ellos mismos decían que eran con esa tal Daniela, pudieran hablar de su muerte tan a la ligera? Miró los rostros de cada uno. No, no estaban de broma. Aquello era bastante serio.

Taylor le agarró la muñeca con delicadeza.

— No te preocupes Lena, esto no tiene nada que ver contigo y no tienes que inquietarte por nada. — Las palabras de Taylor la reconfortaron un poco.

Entonces se fijó en la muñeca del joven. Una banda delgada y negra atada con un nudo chapucero rodeaba la muñeca de todos ellos. Tiffany intuyó lo que se le estaba pasando por la cabeza a Lena y contestó antes de que se formulara pregunta alguna.

     Sí, todos la llevamos por la muerte de Daniela.

     Seh, Daniela…— De nuevo, un aporte innecesario y apático de Eva.

— Protocolo del colegio. —Se apresuró a aclarar Melissa. — Sino nos obligaran, ten por seguro que ninguno la llevaría.

Todos rieron, pero Lena se dio cuenta de que Taylor se encontraba algo incómodo. Se había llevado la mano a su banda y la observaba con tedio.




                                           5 de noviembre [23:08]

Hacía una hora y poco más que Lena había llegado a su casa. Con el pretexto de estar demasiado cansada, se había ido a la cama sin contarle a su madre —que le había preguntado— cómo le había ido el día.

Se tumbó entre los cojines que estaban colocados en orden de colores encima de las sábanas y hundió el rostro en uno de ellos.

Tras esa breve conversación sobre Daniela, nadie había conseguido entablar una conversación normal sin que desembocara en el mismo tema una y otra vez. Así que habían decidido, tras varios intentos fallidos de pasar una buena noche, volver cada uno a su casa.
Lena estiró en cuello y decidió no pensar más por ese día. Sin embargo sabía perfectamente que aquel grupo no era lo que parecía. Algo en ellos le hacía desconfiar. Debía que tener cuidado con todos sin excepción alguna.

No todo es tan bonito como lo pintan.





                                             

Capítulo 2 parte 4

Algo más sobre Damon ;)


                                                              5 de noviembre [19:23]

      — En serio, en serio no puedo creerlo. — Damon se encontraba de pie frente a Steve que en toda la conversación no se había dignado a mirarle. — ¿¡No puedes ni siquiera decirme de qué va tu mierda de trabajo?! — Gritó.

     Ya te he dicho que eso no tiene nada que ver contigo. No te incumbe.

     ¿¡Cómo que no me incumbe?! ¡Eres mi hermano, joder! —Damon cerró el ordenador de golpe dándole a su hermano pocos segundos para retirar las manos.

     ¡¿Estás loco?! ¡¿Es que quieres dejarme sin dedos?!

Steve se levantó de un salto y por fin miró a su hermano a los ojos.

— Quedamos que no habría preguntas. — Murmuró agriamente.

— ¡Steve, déjate de niñerías…!

     Cállate…

     Sólo me preocupo por ti.

     Cállate.

     Stev-..

     ¡¡HE DICHO QUE TE CALLES!!

El grito resonó en la cabeza de Damon una y otra vez. ¿Qué le estaba ocurriendo a su hermano? En su vida se había portado de esa manera hasta que comenzó esa mierda de trabajo, eso lo estaba cambiando y no precisamente para bien.

— No te reconozco, Steve.

Apretó las manos con fuerza y aguantó una mirada desafiante ante la de su hermano. Los minutos pasaron densos pero ninguno apartó la vista. Entonces Steve señaló la puerta con el dedo índice sin decir una sola palabra. Aunque un nudo se le había formado en la garganta, Damon consiguió murmurar algo antes de irse.

— Haz lo que quieras.

Dicho esto, se dio la vuelta y sin mirar atrás, salió por la puerta cerrándola lentamente.
Steve se quedó de pie mirando fijamente el lugar donde antes había estado Damon. Se acercó a la mesa y se dejó caer como un peso muerto en la silla giratoria de tonos grises. Gris como su ánimo en aquellos momentos. Suspiró. Se llevó las manos a la cabeza a la vez que cerraba los ojos.

        — Mierda.


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Dentro de una hora (aproximadamente) subiré una nueva parte que ya desvelará parte de la trama central de la historia!! Como dije, esa "antigua amiga" tiene mucho que ver.
Chan-chan-chan-chan!! Qué pasará?? Qué es es trabajo de Steve? Qué se trae entre manos?
Y qué pasará en el próximo y siniestro capítulo de NUNCA LE ABRAS LA PUERTA AL DEMONIO?

¡¡No os lo perdáis!!:)

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Capítulo 2 parte 3




                                               5 de noviembre [18:43]

Damon subió por las escaleras hasta el sexto piso lo más rápido que pudo. Se colocó frente a la puerta, respiró hondo varias veces y dio un par de saltitos relajando los músculos de todo el cuerpo. Steve no llevaba la razón y Damon lo sabía perfectamente, pero quería arreglar las cosas con él y sabía que la única manera era tragándose su orgullo.
Rebuscó en los bolsillos. Volvió a buscar.

— Jodeeer…

Se maldijo a sí mismo un par de veces. Había perdido las llaves y no tenía la menor idea de por dónde podría haber sido. Ese día había pasado por tantos sitios… Resopló y se revolvió el pelo con ambas manos. Suspiró. Da igual, luego pensaría en eso.

     Lo primero, es lo primero. — Dijo cogiendo aire a la vez que llamaba al timbre.


Steve abrió al momento y al ver que era su hermano pequeño, sin dirigirle una sola palabra, volvió a entrar dejando la puerta abierta. Damon lo entendió como una forma de dejarle pasar.
Cerró la puerta tras entrar y siguió los pasos de su hermano hasta el salón.

     Steve.

— Ahora no, estoy trabajando. — Se excusó él mientras tecleaba una serie de palabras en el ordenador.

A Damon se le vinieron de nuevo a la mente miles de preguntas por hacer pero que no dejarían salir de su boca porque si así lo hacía, el gélido glaciar que los separaba aumentaría su tamaño.
Su hermano, tres años mayor que él, le había prohibido terminantemente tratar cualquier tema relacionado con el trabajo que había comenzado hacía tan sólo dos años atrás. Era una regla fácil: no preguntas.
El primer año, Damon, lo llevó muy bien. Tampoco es que le importara mucho. Era sólo un trabajo, como cualquier otro. Pero al año siguiente, de repente, comenzó a llegar a su casa dinero a espuertas. Sin ningún motivo. Damon no pudo remediar empezar a preocuparse. Un chaval de apenas veinte años, alocado y que sólo pensaba en divertirse, no conseguiría tanto dinero tan fácilmente. Algo olía mal.






                                             5 de noviembre [19:00]

Lena llegó al punto de encuentro donde habían quedado —frente un McDonnals en la avenida principal que daba directamente al centro— y al momento vio a todos sus nuevos amigos que charlaban alegremente esperándola. Aunque faltaban escasos minutos para que dieran las seis de la tarde —hora a la que habían quedado— ya estaban todos allí. Lena recordó las veces que había quedado con sus amigas en el Nórdico. Solían llegar al mismo tiempo e incluso algo más tarde. Bonitos recuerdos…
Lena sacudió la cabeza sacando esos pensamientos de su mente al ver a Tiffany saludándola.
Tiffany era la voz cantante del grupo. No se consideraba líder pero, aquella rubia que el día anterior la había incluido entre sus mejores amigos con tanta facilidad, tenía mucho poder de decisión. A su lado estaba Eva, la chica extraña de pelo corto, morena, y que era algo más reservada que Tiffany y mucho más observadora. Melissa estaba revisando los mensajes del móvil y levantó la vista para saludar a Lena. Taylor y Marcus eran grandes deportistas con un cuerpo muy bien formado y con grandes sonrisas que alegraban la vista. En resumen, eran el tipo de chicas y chicos que todo el mundo deseaba ser y con el que todo el mundo deseaba juntarse. Y ella pertenecía a aquel mundo. Se sentía muy afortunada.

Lena dio un par de besos a cada uno de los presentes a modo de saludo.
Al momento, Tiffany agarró el brazo de Lena y comenzó a caminar seguida de los demás.

— Bueno, cuéntanos Lena. Tengo entendido que vivías en los países nórdicos, ¿no? — Dijo Tiffany.

— ¿En serio? ¡Qué casualidad! Yo estuve viviendo allí un tiempo ¿sabes? Me encantaba aquel lugar siempre cubierto de nieve, sin embargo la Navidad no me gusta nada ¿Irónico, verdad? — Melissa parecía divertirse hablando de ella misma. — La verdad es que todo era tan tranquilo…a veces incluso demasiado. — Soltó una risita. — ¿Y por qué decidió tu familia mudarse a aquí? —Preguntó Melissa con curiosidad.

 Era una buena manera de comenzar una conversación y una buena manera de conocerse, pero a Lena no le gustaba mucho hablar de por qué tuvo que irse. Era un tema que le provocaba escalofríos sólo de recordarlo. Así que intentó cambiar de tema radicalmente.

— Tengo una idea. Para que sea más fácil conocernos, ¿Qué tal si hacemos una ronda de preguntas?





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En la próxima entrada comenzará lo que es la "acción" de la historia, bueno, en la siguiente jajaja...!! Ya veréis lo que pasa!!
Todos guardan un secreto y la antigua componente del grupo tendrá mucho que ver! (no sé si recordais que al principio Tiffany asegura que les dejó una componente del grupo y que por eso Lena entra dentro) Pues eso! ¡No os lo podéis perde!

Por cierto! Hay un blog muy bueno que trata de la historia del amor entre una chica y un ángel...es muy bonito *w* ¡Seguido o al menos echadle un vistazo! :) Es este: "PIDE UN DESEO"

Un beso a todos!! :D

Capítulo 2 parte 2





                                                5 de noviembre  [17:58]               


Damon cogió fuerza y golpeó con la punta del pie una lata vacía de Coca-Cola que descansaba sobre el suelo, mandándola a la otra acera de la calle. Resopló amargamente.
Acababa de discutir con la única persona que lo comprendía y lo apoyaba en todo lo que hacía: su hermano Steve. Había regresado de Hong Kong tras haber pasado más de una semana allí tratando asuntos de negocios, según la persona que le llamó a las cuatro de la madrugada, “muy importantes”. Y en menos de cinco minutos ya habían reñido.

— Soy gilipollas — Se reprochó a la vez que se daba un coscorrón en la cabeza con la mano derecha. — Eso me pasa por preguntar.





                                                5 de noviembre  [18:31]


Volvió a mirarse en el espejo mientras giraba y giraba sobre sí misma con una gran sonrisa en la cara y cantaba a pleno pulmón la canción “This Ain't a Scene, It's an Arms Race” de Fall Out Boy que estaba sonando en ese momento en la radio. Tal vez ese fuera el pasatiempo preferido de Lena.
                                                                                                     
Se colocó bien el ligero vestido con estampado de flores de colores pasteles y se dio unos últimos retoques en el pelo. Esa misma tarde iba a salir con ellos, su nuevo e inmejorable grupo. Seguramente serían unas horas inolvidables. Aquello prometía.



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Este capítulo se lo dedico a Marta Recio Heinrichsuna chica encantadorísima de la muerte!! :DD


 Pues la historia ya empieza  a coger forma. Ese tal Damon es uno de los protagonistas también ;) Muy importante! Y Esa tarde en la que Lena saldrá con los chicos "super perfectos" de su instituto...le contarán algo importante!!

lunes, 12 de septiembre de 2011

Capítulo 2 parte 1



                                                 5 de noviembre [11:30]


Era el segundo día de clase de Lena y por fin parecía que su nueva vida comenzaba a tomar un rumbo más o menos definido. Había hecho unas cuantas fullerías para que su uniforme le quedara mejor de lo que en realidad quedaba y ahora se integraba perfectamente con sus compañeras de clase e incluso parecía amiga íntima de todas las integrantes del grupo que sorprendentemente había conocido el día anterior sin ni siquiera buscarlo. Era un grupo, al parecer —por lo que había oído— muy conocido en el instituto, que constaba de cuatro chicas y tres chicos cada cual más popular que el anterior.

— Ey, Lena — Eva se acercó a su pupitre. — Ven, ayer no te pudimos enseñar todo este colegio, aunque no hay mucho que enseñar…— Murmuró esto último con desdén. — Así que hoy toca tour, según Tiffany…— Volvió a decir las dos últimas palabras con cierto asco.

A Lena todavía le costaba acostumbrarse a esa manera de hablar que tenía Eva Panciani, una chica medio alemana medio italiana, que solía adjuntar, al final de la frase, explicaciones innecesarias a sus comentarios y las cuales, no pronunciaba con muchas ganas. Sin embargo, más que su forma de hablar, lo que más intimidaba a Lena, era la manera en la que miraba a las personas, como con frialdad y desagrado. Era como si no quisiera que nadie se acercara a ella, como si lo que más detestara en este mundo fuera tener amigos.
Otra cosa que le resultaba extraño en aquella singular persona, es que aunque no tenía nada que ver con la imagen del instituto ya que, aunque delgada, carecía de los otros tres requisitos, era muy conocida y admirada por todos al igual sus amigos.

— Seguro que hay algo interesante en esta escuela. — Sonrió esperando agradar a su nueva amiga siendo amable.

Pero ésta ni se inmutó. Fue un comentario bastante inútil.

— Seh, supongo…— Dijo Eva a la vez que arqueaba una ceja. — Si tú lo dices…

La chica de pelo negro se levantó de un salto y se alistó la falda con ambas manos.

— Venga, vamos con los demás. — Y sin esperar a que Lena la siguiera, Eva comenzó a caminar.

Lena suspiró.

Había conocido a Eva el día anterior justo después de conocer a Tiffany y a Taylor, como ambos estaban en su clase y lo mismo pasaba con Eva se la habían presentado de inmediato. 
Sinceramente, si no hubiera sido por ellos, nunca habría hablado con ella. Era una chica bastante extraña con la que esperaba no tener que pasar mucho tiempo a solas…por si acaso.
Lo mismo pensaba Eva de Lena: mejor no haberla conocido.



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Como podéis comprobar, aunque los capítulos sean largos, las partes son cortitas, sí.
Es que como la historia la divido por horas y días, cada día es un capítulo y cada hora un apartado, así me resulta más fácil y supongo que a vosotros también! O eso espero :)


Capitulo 1 Parte 5

   


                                              4 de noviembre [13:43]

Taylor sonrió con esa sonrisa que sólo era suya. Aunque Lena lo conocía solamente de un mísero día, ya le parecía el chico más simpático de todos y lo más seguro es que fuera todo gracias a esa expresión.

— No te preocupes, dilo con sinceridad. No te gustan, ¿no?

— No es eso. — Sí, sí lo era. — Es que no entiendo de arte. — Y en parte esa era la razón. — Pero no están nada mal.

Ahí sí fue sincera.
Taylor sujetó la puerta transparente y esperó a que Lena saliera. Tras ver las mesas, sillas y bandejas, la verdad es que no había mucho más que enseñar allí.

— Aprenderás a apreciarlo, ya verás. —Afirmó.

Lena asintió no muy convencida. Sin embargo, Taylor parecía saber más de lo que aparentaba. En ese mismo momento apareció Tiffany a su espalda, seguida desde lejos por Melissa que no parecía estar de muy buen humor. Llegaron en escasos minutos al gimnasio donde un chico bastante curtido, de pelo color oscuro y unos ojos envidiables jugaba al baloncesto mostrando sus grandes habilidades. Lena se quedó alucinada. Todos los componentes del grupo parecían ser sacados de revistas, todos perfectos y muy bellos...como modelos.


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Sé que es muy corta, pero es que aqui termina el primer capítulo por fin, y luego, esta tarde subiré el segundo cap (la primera parte!) Un beso!! :)

¡Premios al blog!

 ¡No me lo creo! ¡Es que no me lo creo! *O*
¡Qué ilusión! ¿A que no os lo imagináis? (Seguramente sí, porque habéis pinchado en "Premios" XD)
Pero igualmente...¡¡¡¡No me lo creo!!!!


Muchisimas GRACIAS GRACIAS GRACIASCristales de Vida !!
(Seguidla, es una historia increíble!!)

                 
¿Cuál es tu mayor sueño?

Pues sinceramente, me haría "super-mucha" ilusión que mi libro se publicara, eso de tu tenerlo en tus manos, y olerlo con ese olor tan característico a libro...(Sí, me gusta oler las páginas de los libros jajá)
Pero si no consiguiera publicarlo, lo que si me gustaría es que mi historia llegara al mayor número de personas, que lean mi historia y que les guste...(en fin, ese es el sueño de todo autor, no creen? jajá)

               Premiados:

*No sé si esto se está permitido hacer, porque es la primerísima vez que recibo un premio, pero es que te lo mereces, te lo mereces por ese pedazo de blog que tienes (porque es un pedazo de blog) por esa pedazo de historia que estoy leyendo escrita de tus manos y por esos pedazos trailers que también tienes ;)
Bonita, te lo mereces! Cristales de Vida


*También le doy este premio al blog de una niña encantadora que escribe una historia de amor preciosa entre Lucas y Ruth ;) With me


*Al blog con una historia "celestial"  Pide Un Deseo


*Para una historia con un munco propio: Mas allá de tu mirada


Y de nuevo, Muchisimas gracias a Cristales de Vida ;) Eres un encanto bonitaaa!! :)

domingo, 11 de septiembre de 2011

Capitulo 1 Parte 4

      

                                                      4 de noviembre [12:31]



— Esta es la cafetería. — Dijo Taylor señalando a un gran edificio de porte hexagonal.

            Entraron dentro a través de una gran puerta de cristal. En cuanto entró en la sala, el olor a café mezclado con aromas dulces, la embriagó. Inspiró hondo saboreándolo.
Aquel lugar no estaba nada mal. Los manteles de tela y las mesas, sillas y otros armarios —de uso desconocido— de madera, le daba a aquello un toque acogedor, aunque no se podía decir lo mismo de las paredes pintadas de amarillo pollo —demasiado “innovador” para aquella estancia— que tenían adornos florales en la entrada y varios cuadros de bodegones pintados al óleo que representaban ante todo, frutas variadas.

Avanzaron hasta la mitad de la sala y desde allí, Taylor, comenzó a hablar.

— ¿Sabes que los bodegones ya se pintaban incluso en el Antiguo Egipcio, en las tumbas? — Taylor comenzó a pasear por el gran comedor, observando con admiración todos y cada uno de los cuadros que estaban colgados en la pared. — En el siglo XVI, la comida y las flores reaparecieron como símbolos de las estaciones y de los cinco sentidos. También desde la época romana existe la tradición del uso de cráneos en las pinturas como símbolo de mortalidad y de fugacidad, a menudo acompañada por la frase Omnia mors aequat que significa  “La muerte iguala a todos”. — Posó su mano sobre la firma de uno de ellos. Y se quedó en silencio un par de segundos. Luego prosiguió. — Este motivo de la vanidad de las cosas vanitas, cobró un gran auge en la pintura barroca más tarde, en especial con los pintores holandeses alrededor del año 1600, ¿sabías?

Taylor los observaba con orgullo mientras contaba todo aquello y a Lena le dio la sensación de estar en un museo donde el guía contratado de antemano contaba en varios idiomas la historia de las exposiciones.

 — ¿No te parecen preciosos? Se dio la vuelta para mirar a Lena y sonrió algo avergonzado. — Perdón, no sé por qué te estoy contando todo esto. Seguro que te estaré aburriendo.

Lena negó con la cabeza.

     Te gusta mucho la historia, ¿verdad?

El chico desvió la mirada.

     Sólo algunas partes, otras…preferiría no haberlas sabido nunca.







                                            [En ese mismo momento]

Tiffany esperó a que Taylor y Lena estuvieran bastante lejos para comenzar a hablar.
Luego, cuando desaparecieron tras las puertas de la cafetería le echó una mirada desafiante a Melissa que retrocedió.

— ¿Sabes cuál es el significado de la palabra discreción? — Dijo con recelo.

— Algo he oído. — Melissa alzó el rostro. No se iba a dejar intimidar tan fácilmente.

Tiffany respiró profundamente intentando contener su furia.

— Pues apréndetelo y no metas más la pata. — Escupió.

Y antes de que Melissa pudiera responderle, Tiffany ya estaba a varios metros de ella, dirigiéndose hacia la cafetería.





sábado, 10 de septiembre de 2011

Capitulo 1 Parte 3



                                                 4 de noviembre [13:20]

Habían salido en mitad de la última clase con permiso del profesor de Lengua. Con la excusa de “ser nueva y tener que guiarla por el colegio” Tiffany junto con Lena estaban paseando por el instituto a sus anchas. En su antiguo colegio seguro que no hubieran sido tan permisivos, pensó Lena. Su profesor seguro que les hubiera dicho algo parecido a “pues se lo hubieras enseñado en el recreo que había tiempo de sobra”. Sí, estaba segura de que hubiera sido así.
Por un caminito de piedra llegaron al patio trasero y Tiffany se quedó mirando al horizonte y con un gesto hizo que Lena mirara en su misma dirección: Taylor estaba besando a una chica tiernamente.
Estaban los dos acurrucados bajo uno de los árboles de hoja perenne que llenaban todo el patio trasero del colegio. Aparte de ellos dos, algunos otros alumnos también paseaban por allí  en horas de clase. ¿Es que en ese instituto todo el mundo podía hacer lo que le diera la gana cuando le diera la gana? Tiffany que junto a Lena a lo lejos les observaba rió en voz baja.

— Siempre son así… — Se dijo a sí misma. — Mira, ¿ves…? — Señaló a la chica que se encontraba apoyada en el tronco junto a aquel moreno de sonrisa encantadora que Lena había conocido horas antes. — Claro que la ves. — Rió. — Pues esa es la novia de Taylor y la última componente chica del grupo que te falta por conocer, porque ya has visto a Eva, así que ahora te la presentaré. — Suspiró. — ¡Tortolitos! Llevan saliendo sólo dos semanas pero llevaban ya más de cinco meses sintiendo algo el uno por el otro, sin embargo, no conseguían armarse de valor ninguno de los dos.

Lena desvió la mirada.
— Ajá.

— No te pongas así, no te han robado el novio ni nada parecido, ¡si sólo lo conoces de un día! — Soltó Tiffany cogiendo a Lena de improviso.

     ¡No, si a mi…! ¡Yo no…! — Con los nervios no conseguía explicarse bien.

No se había puesto celosa ni nada parecido. Era verdad que si en algún momento se hubiera dado la casualidad de que no tuviera novia, tras haberlo conocido algo más podría haber pensado en algo así, pero por ahora esa no era su intención de ningún modo.

— Ya lo sé, boba. No hace falta que lo pases tan mal. — Dijo con una sonrisa. — Le suelo gastar esa broma a la nueva del grupo. Aunque, ¡fíjate!, se la gasté a Melissa también cuando se nos unió el año pasado, ¡y mira los frutos de mi trabajo! Pero, cariño, ya está cogido. — Y guiñó un ojo. — Anda, ven que te la presento.

Cruzaron el césped —bien cuidado— que cubría todo el patio trasero a excepción de algunos caminos de piedra que llevaban hasta el centro donde había una fuente de agua clara y llegaron al lado de la pareja.

— ¡Hola chicos! — Saludó.

Taylor se limitó a saludar con la mano.

— ¡Hola Tiffany!, no te vi este finde. — Comentó con cierta malicia. — ¿Tienes algo que contar? — Sugirió con una gran sonrisa con gloss ya casi escaso.

Tiffany obvió el tema con un simple “ya te contaré, pero todo sigue igual” que dijo con molestia. Se escuchó un “oh, vaya” de la boca de Melissa.

— Bueno, ¿y a quién traes aquí? — Dijo alegremente sorteando con la mirada a Tiffany, ya que Lena se había colocado detrás con cierta timidez. — No me digas… ¿De la que me hablaste?

Tiffany sonrió.

  No te he podido hablar de nada de ella porque la he conocido esta mañana. — Le recordó.

  Ah, claro. Perdón. — Se excusó Melissa con cierto nerviosismo.

Melissa le sonrió a Lena y ésta le devolvió la sonrisa un poco desconcertada.
Con poco esfuerzo se levantó rápidamente del suelo y aquella chica de pelo rubio oscuro y ojos celestes se presentó a Lena.

     Soy Melissa, un placer.

Cuando se acercó para darle dos besos, a Lena le embriagó el aroma a vainilla que la joven desprendía y tuvo que arrugar la nariz para evitar estornudar. Melissa que se dio cuenta se retiró rápidamente.

     ¿Alergia? — Preguntó.

     ¿A un perfume? Qué va. — Sonrió.

Melissa permaneció seria y arrugó el entrecejo por un segundo mientras observaba a Lena de arriba a abajo.

— ¡Bueno! — Exclamó Taylor metiéndose entre ambas. — ¿A que todavía no conoces a Marcus?

— Pues no. ¿Es otro amigo vuestro?

— ¡Y pronto tuyo! — Exclamó Tiffany alegremente. — Venga Taylor, adelántate tú con ella hacia el gimnasio, ve enseñándole toda las instalaciones por el camino. Ahora vamos nosotras.

Taylor asintió y se llevó a Lena por el camino de la izquierda en dirección al gimnasio.